Al otro lado del paralelo

<<"No puede ser", me repetía una y mil veces, otra vez me equivoqué. Porque trato y trato de confiar en la gente, y la realidad te agarra a contra suelo con la parte más dura diciendote al oído "Eso pensaste, pues mira!" y de nuevo...

"Tanto pude equivocarme, por tanto me equivoqué con esta persona?".

Estos día de invierno dejan sus estragos sobre mis manos frías y mi mejillas heridas. Debe ser la falta de ese algo que aún no se conoce pero desde ya se siente su ausencia, como el viento frío que entra por mis cabellos.

Tantas veces me fallaron, tantas veces me levante con la cabeza en alto.

Quiero creer que no es así, quiero creer que no eres así. Es hora de mi medicina, dejaré sitio para el sueño profundo y ojalá ya no te sueñe. Y ojalá ya todo olvide.>>

La miraba con cierta curiosidad, mientras sus ojos parecían dar una expresión de tristeza. Faltaba poco para que la enfermera venga a inyectarle su medicina. No se por qué, pero siempre creí que ella estaba despierta, tal vez en otro mundo, y que en aquel mundo resolvía todos sus problemas, que realmente jamás descansó, nunca descansaba, ella siempre tenía que hacer algo, como una hormiguita incesante. Su expresión con el seño funcido me daba a pensar que había ciertas preocupaciones en aquel mundo de sus sueños, y como siempre se disponía a reparar. Llevaba más de un año postrada en esa cama, en coma, y juraría que siempre tenía un semblante distinto, todos los días. Llevaba poco menos de un año visitándola nos hicimos amigas en aquel silencio perpetuo y creo que llegué a conocerla mejor que nadie en aquella quietud. Tenía la esperanza de que en algún momento cuando ella despertáse estar yo ahí para que me vea a los ojos y comparta conmigo todas esas inquietudes que en sus sueños resolvía y luego...irnos a tomar un café en aquella calle ya añeja, en aquel lugar donde en sueños le prometí llevarla.
Quieren saber como supe más de ella? ... Pues leyendo su historia clínica.

"Memorias de una interna médica"

* dibujo pendiente